Ultraprocesados en la infancia: lo que dice la evidencia científica.
El consumo de alimentos ultraprocesados (UPF) en niños se ha incrementado en los últimos años y la evidencia científica muestra que su impacto va más allá del peso corporal. Los UPF, caracterizados por su alto contenido en aditivos, azúcares, grasas y texturas blandas, se asocian con efectos en varias áreas clave del desarrollo infantil.

Principales efectos identificados:
- Salud metabólica: mayor riesgo de sobrepeso y obesidad.
- Microbiota y sueño: alteraciones en la microbiota intestinal que afectan rutas metabólicas implicadas en la síntesis de neurotransmisores relacionados con el sueño y el bienestar emocional.
- Masticación y desarrollo craneofacial: las texturas blandas reducen el trabajo masticatorio, disminuyen el estímulo muscular y pueden influir en el crecimiento maxilofacial y en la formación de conexiones neuronales.
- Salud oral: aumento del riesgo de caries dental.
- Cognición y conducta: se ha descrito relación entre altos consumos de UPF, peor concentración y alteraciones del estado de ánimo.
¿Qué podemos hacer?
Promover una alimentación basada en productos frescos o mínimamente procesados, priorizar comidas caseras, fomentar una buena higiene del sueño y enseñar a identificar ingredientes ultraprocesados en etiquetas son estrategias eficaces para proteger la salud infantil.

Remedios Olivares Sanabria.
Odontopediatra centrada en vías aéreas.
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